Elegir una cerveza que sea más amigable con tu organismo puede marcar la diferencia.
La cerveza, a pesar de sus posibles beneficios, puede ser perjudicial en exceso. Si bien no es esencial ni recomendada para todos, ciertas variantes podrían tener propiedades más amables para tu cuerpo.
En un análisis de la Escuela de Salud Pública de Harvard, el alcohol se encuentra en un punto intermedio junto a los jugos de fruta y la leche, recomendando su consumo moderado.
Según la dietista Julia Zumpano, la cerveza light es una opción preferible para minimizar el contenido de calorías y carbohidratos, lo que ayuda a controlar el aumento de peso.
Asimismo, las cervezas con lúpulo podrían reducir la acumulación de grasa en el hígado, según un estudio de Oxford University Press.
Para aquellos con sensibilidad al gluten, las cervezas libres de gluten, como las elaboradas con arroz, mijo, sorgo o maíz, podrían ser una opción más saludable y más liviana.
Por otro lado, las opciones claras suelen tener menos calorías y causar menos resaca, mientras que las oscuras contienen más antioxidantes, pero también pueden provocar una resaca más intensa debido a sus niveles más altos de congéneres, como señala el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA).
Si bien la cerveza podría tener algunas ventajas en ciertas presentaciones, siempre se debe consumir con moderación y precaución, ya que el alcohol sigue siendo una sustancia tóxica que puede tener efectos negativos en varios órganos del cuerpo.
En última instancia, elegir una cerveza que sea más amigable con tu organismo puede marcar la diferencia.
