El Día de San Patricio es una de las festividades más famosas de Irlanda,  la cual se ha extendido en todo el mundo. Pero más allá de los desfiles, la cerveza verde y las múltiples celebraciones, que se hacen en honor a este Santo, hay una historia particular.

Aunque muchas leyendas ubican a San Patricio como el hombre que expulsó a las serpientes de Irlanda *khé?!* el origen de esta festividad es mucho más que ese dato.

HISTORIA Y ORIGEN DE SAN PATRICIO

Cuando era joven, San Patricio fue secuestrado y llevado a Irlanda por unos piratas, donde fue forzado a trabajar como pastor. Después de seis años, consiguió escapar y convertirse en sacerdote cristiano, para después ser obispo. San Patricio viajó cerca de 30 años por toda la región irlandesa con la misión de convertir a su población al catolicismo.

Sin embargo, fue capaz de fusionar la cultura irlandesa con el cristianismo, a través de la introducción de la Cruz Celta y de hogueras para celebrar fiestas como la Pascua.

No obstante, siglos después de su muerte, los irlandeses continúan mostrando su gratitud por su santo patrón usando un gorro de tréboles el 17 de marzo. Originalmente, este día se comienzan con una misa, seguida de una fiesta, mientras que en la noche hay oraciones y reflexiones en algunas iglesias.

PERO ¿QUÉ TIENE QUE VER SAN PATRICIO CON LA CERVEZA?

Como era la conmemoración religiosa por excelencia, la fiesta en Irlanda se comenzó a popularizar al punto que el gobierno comenzó a utilizarlo para construir la imagen del país.

Como ya sabes, el origen de esta festividad es religioso y en época de Cuaresma. Durante este periodo de cuarenta días, muchos católicos hacían ayunos y dejaban de beber bebidas alcohólicas.

El día de San Patricio, se permitía romper este ayuno por lo que los irlandeses aprovechan para beber toda la cerveza que pudieran, tradición que se mantiene hoy en día.